Monstruos

La sobreprotección genera monstruos. La frase no es mía, se la he oído a Antonia San Juan en la radio y creo que tiene razón. En cualquier ámbito, la confianza en que alguien va a evitar la asunción de responsabilidades permite actuar sin límites, con la tranquilidad de que no pasará nada por cometer cualquier delito, con la seguridad de que, bajo un paraguas protector, somos irresponsables.

La sobreprotección de los medios de comunicación “de calidad” durante años a los principales círculos de poder, salvo escasas excepciones puntuales guiadas por el interés partidista (mejor eso que nada, la verdad), generó unos usos y costumbres que con el actual cambio de ciclo están acabando en los tribunales.

Muchos dicen ahora “yo ya lo dije” cuando se destapa un escándalo de corrupción, pero en su momento protegieron al actor, normalmente alegando falta de pruebas antes de invertir recursos en conseguirlas. Si intuías que pasaba algo, no hacías más que proteger al sospechoso llamándolo ‘honorable’, aunque lo pusieras a parir en los bares.