Sobre el #fraudeCM
Conozco auxiliares administrativos, carniceros y trabajadores de la cadena de montaje de una fábrica de coches que han hecho un curso de Community Manager para reciclarse y volver a entrar en el duro mercado laboral. Sólo por eso, me parece más que pertinente el hashtag #fraudeCM que ha brotado hoy en Twitter.
No sólo es que una persona haya mentido en sus referencias para ganar dinero a costa de jóvenes y parados ilusionados. Hay más. En el 90% de los casos las empresas contratan CMs para cumplir funciones de comunicación, marketing y/o publicidad. A través de medios relativamente novedosos, pero no dejan de ser funciones de comunicación, marketing y/o publicidad para los que hay gente mejor preparada y con más conocimientos de base que los que salen de un cursillo de una semana.
Ese es el principal fraude. Hay demasiados vendedores de cursos, lazarillos de Tormes, que pretenden comer durante la crisis a costa de pobres incautos que han sido víctimas de EREs o son parte del descomunal porcentaje de paro juvenil. En plena desesperación, alguien les muestra la moderna tierra prometida a cambio de un curso de unos días.
Pero ese paraíso no existe. Y menos cuando el que te guía no tiene un conocimiento básico de aquello sobre lo que pretende enseñar. No puede haber teoría sin un fundamento práctico, no hay ciencia sin experiencia. No se pueden remontar varios años de estudio, prueba y error en una semana.
Han destapado un #fraudeCM, pero hay muchos más, y no paran de hacer daño a todos aquellos que, en silencio y sin dedicar las tardes a comer canapés en eventos superficiales, trabajan día a día de un modo honesto, abriendo un camino sólido entre tanta basura.