El chivo expiatorio
Dios, el diablo, la mala suerte, la energía negativa, el mal de ojo o Sauron, para los habitantes de la Tierra Media, han sido tradicionalmente los chivos expiatorios más populares, aquellos a quienes culpamos de nuestra desdicha aunque el origen de nuestros males sean nuestros propios actos.
En estos momentos, para quienes siguen atrapados en los años 80, todos estos responsables de las calamidades que nos azotan han sido reemplazados por un ente al que atribuyen poderes oscuros y omnipotentes: Internet.
No se dan cuenta de que su nuevo Belcebú no se parece en nada a los anteriores. Para empezar, tenemos pruebas de su existencia, lo hemos creado nosotros. Además, hace lo que le decimos, no es más que una herramienta tonta. Tan tonta como un cuchillo, pura bondad si Chicote corta cebolla y el mal hecho metal (toma expresión heavy cual lluvia de hachas) si lo agarra Dexter Morgan.
Internet no le hace mal a nadie, ni bien, son quienes lo usan los que le añaden la connotación moral. Si te crees una foto falsa no culpes a un conjunto de cables y chips, igual es que cuando coges el cuchillo eres como Pepe Viyuela.
Banda sonora del post: ‘La culpa fue del cha cha cha’ de Gabinete Caligari.